jueves, 1 de septiembre de 2011

Noches, en que...


Hay noches que hacen cambiar pensamientos, formas de ver la vida, de plantearte hasta si mereces vivir o es un solo error que sigas viva, un punto en el que piensas si estas haciéndole bien  a los que quieres o eres un estorbo y tienes que dejarlos ir, pero entre tanta idea por mi cabeza hay nervios, muchos nervios, dolor de cabeza y un rastro de ti.

Una forma de desahogo de todo esto es llorar, simplemente te sale y conforme empiezas aumentan los porqués de tu llanto, y conforme aumentan se te olvidan y llega un punto que no sabes por qué lloras, no sabes porque no puedes parar y lo peor de todo, te planteas cosas que nunca son como en realidad suceden, pero así es mi mente, fría, calculadora y liosa como ella sola.

Si, puedo ser fría, como la que mas con quien debo, y puedo, ¿calculadora? Cuando se me obliga a serlo, puede que muchos no conozcan esa parte de mí, pues no es la parte que mas me agrada, pero no, nos desviemos, sigamos por nuestras noches apagadas…

Hay noches, que no ves luz por ningún lado, te asomas al inmenso balcón lleno de flores, y ves una luna vacía, unas estrellas apagadas y un triste avión solitario, y es cuando dices, ¿En qué universo estoy metida? Y te planteas, ¿Qué haces ahí? ¿Cómo has llegado ahí? ¿Porque está el vaso vacío entero, porque no quedan ni rastro de lo que ocupo su interior?

Pero entonces descubrirás que siempre va a ver alguien, por muy jodida que estés, por muy torcido que te vaya todo, siempre va a ver alguien, cerca o lejos, pero siempre va a estar ahí, y se te acerca con pasos firmes, te trae un vaso lleno, y te dice;-Te lo cambio por el tuyo, y es ahí cuando descubres porque estás aquí, para hacer feliz a esa gente, que no te quiere ver triste, para besar el pecho a ese que dejo de ser sapo, para ser príncipe, y llenar de caricias día a día, sin temor a que los rayos del sol os descubran, y sintiendo como la luna observa en lo más alto del cielo y viendo sin querer una mueca de sonrisa en ella.

Descubres que en la vida, hay mas ombligos que el tuyo, y que tienes que saber que ombligos son los que tienes que hacer feliz, no vale aprovecharse, del primero que pase, hacerle feliz y que desaparezca, porque eso solo dejar una huella de dolor, que estará siempre, como tinta de un tatuaje, pero esto dolerá mas se quedara grabado en el corazón, para siempre, hay que poner atención, pero también es verdad que la persona que te acompaña, será a la que más atención le prestes y siempre desearas un POR SIEMPRE JAMAS con él.









Después de noches de reflexiones,
Se lo que tengo y lo que no,
Lo que debo cuidar y lo que no,
Y se, que tu eres mi gran debilidad 

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