miércoles, 15 de junio de 2011

Rutina.

Después de un tiempecito, sin escribir, me animo, a ello, para ser franca he escrito mucho, pero nada que poder subir, pues han sido quemados la mayoría de esos textos, como muchos de mis sentimientos.

Después de este tiempo sin escribir, he decidido escribir sobre una sociedad, donde estamos reprimidos, nadie muestra nada, y si muestra se le etiqueta, no comprendo que estamos haciendo, todos queremos mostrar, pero ninguno mostramos, y si mostramos nos avergonzamos.

Puedo coger un pañuelo de color, por cada cosa que calle y debí mostrar, pero no habría colores suficientes, porque así es, yo también he callado mucho, ahora la verdad estoy aprendiendo a disfrutar de lo que siento sin ocultarlo, porque acaso no me siento orgullosa de mi misma?

Esta mañana me levante temprano, no que digo temprano algo más que eso, eran las cinco de la mañana todavía quedaban dos horas, para que mi despertador sonara, pero no era capaz de dormirme otra vez así que salí de la cama, fui al baño, me duche, me relaje y después de ello, me quede un largo rato mirándome al espejo, con solo una toalla ocultando mi cuerpo, la verdad, no me gusta mi cuerpo, pero, porque esta sociedad nos cultiva, de forma que nos avergoncemos de él? Pues poquita gente es la que se muestra orgullosa de él, así que decidí, que el baño era mío, que eran las seis menos cuarto y me despedí de la toalla, me plantee muchas preguntas, pero la mayoría sin respuesta, algunas de las preguntas, muy típicas la verdad, eran; ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué he hecho con todos aquellos sueños? ¿Dónde está esa sonrisa traviesa? ¿Dónde está ese brillo de mis ojos?

La verdad no he sabido responder ninguna y mientras pensaba eran las seis y media, así que decidí vestirme, me arregle el pelo, no muy bien pero, lo arregle, después misma rutina de siempre, hice mi cama, desayune con prisas, mi café, esta mañana lo necesite cargadito, para despejarme de pensamientos así que empecé el día con un café solo, después cogí mi mochila y fui directa al instituto, antes de llegar hice una parada, como de rutina en las pistas, donde me esperaba él.

Antes de que se hiciera tarde seguimos juntos camino al instituto, y cuando llegamos, todo el mundo estaba fuera, habían tapado todas las cerraduras, mi día se empezaba hacer pesado, pero junto a él, todo se me hacia más fácil, cuarenta y cinco minutos esperando para poder pasar, y que después te den la típica charla de lo bien y lo malo.

Y ya podemos hacer disecciones, de fetos, si de fetos de animales, perros y gatos… es un poco cruel, pero mi enfado contra el mundo se esfumo en cuanto me puse con ellos.
Puede parecer muy cruel que no digo que no lo sea, pero mi mundo es así, quieres entrar en él? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario